oH, Oh! ... I Parte

Hay cosas que nos llegan a suceder que nos provocan exclamar un apurado OH OH!, la verdad no quisiéramos que eso nos hubiera pasado nunca pero como la Ley de Murphy es bien canija, pues nos la aplica y nos pasa cuando menos lo esperamos ...

I caso...

Cuando tenía yo 14 años y estaba a punto de gradurme de la secundaria, me hice un noviecito gringou llamado Christopher, era menor que yo un año pero a mi me encantaba porque era todo rudo, tenía su moto y vivía solo con su hermano de 19 años, eran huérfanos y habían aprendido a vivir solos con sus ventajas y desventajas.

Venía a visitarme a mi casa como toda nena bien portada y claro, a mis papás casi les daba un infarto cuando llegaba en moto (es raro el papá y mamá que acepten a las primeras a un novio con moto jaja), todo era muy tierno y sincero, propio de la adolescencia.

Aún cuando ya no estuvimos en la misma escuela (yo entré a la prepa y el se quedó terminando el último año de secundaria), seguimos de novios, con visita obligada, salida a la nievecita y todo eso, ese wey fue el primero que estrenó mis labios castos y puros (hasta entonces jaja), estábamos bieeeen enamoradillos. Llegó el verano y él se fue a Estados Unidos a ver a su familia y yo me quedé en mi casita, estaba triste porque mi cumple era el 5 de agosto, cumplía 15 años y mi novio adorado no iba a estar conmigo, él regresaba hasta mediados de septiembre.

En junio, cuando ya se disponía a partir, nos despedimos y me dijo que no me iba a poder dar el regalo el mero día de mi cumple así que me lo iba a adelantar, y de su mano se quitó un anillo precioso! de oro, bastante grueso y traía grabado el nombre "Joel", el cual era su segundo nombre y el nombre de su papá, al dármelo me dijo: Toma, es con todo mi amor, cuídalo mucho porque mi papá me lo regaló al cumplir 10 años y es muy especial para mí, no te lo puedo dar pero te lo dejo para que me lo cuides en lo que regreso y así te acordarás de mí y pensarás en lo importante que eres en mi vida. Nos dimos un beso y se fue.

Y así fue como comencé a cuidar al anillo mejor que si fuera mi virginidad jajaja

Me quedaba algo grande obviamente, pero siempre tenía cuidado de que no se me cayera.

Llegó septiembre y en el COBACH realizaron un viaje de "integración de grupo" o no se que mamada jaja y pues nos llevaron a toda la bola de pubertos a San Felipe, yo no quería ir porque ese mismo día llegaba Christopher de su viaje y moría de ganas de verlo, pero era una actividad obligatoria y ni pa donde hacerme. Me fuí con mis compañeros y en cuanto llegamos al puerto y vi un teléfono le hable a mi hunn y le dí la bienvenida, quedamos de vernos en la noche o al día siguiente temprano. Ya más tranquila me lancé al desmadrito con mis compañeros, era la primera vez que iba a San Felipe y sin papás! neta que yo creí que era el cielo jajaja

Tragamos hasta lo que no, hasta arena yo creo jaja, nos estuvimos en el agua todo el día hasta que estábamos más blancos que una hoja de papel y ya cuando llegó la hora de irnos todos gritábamos: Nooooooooo! Pero ninguna súplica valía jaja

Salí del agua y comencé a secarme para ponerme mi ropa cuando ..... damn! el maldito anillo no estaba en mi mano!!! Exclamé el terrorífico: OH OH!!! y comencé a buscarlo como loca!!! en la arena, en la ropa, en mis bolsas, pero era más que obvio que se me habia salido del dedo mientras andaba en el agua, lloré como magdalena casi todo el camino de regreso.

No quería llegar a Mexicali ... Qué demonios le iba a decir a Christopher??

Pues llegó el momento inevitable, nos vimos y le tuve que contar con los ojos colorados de tanto chillar, se quedó muy serio ... su cara se puso super triste ... y entonces... me mando al diablo!!! jajaja

Aquí MiTa CoN TraJe de BuZo, se despide...

Cambio y Fuera!